Después de 31 años, Pablo Beltrán regresó a suelo bogotano. El jefe de la delegación de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional, ELN, en el proceso de paz que adelanta con el gobierno de Gustavo Petro llegó al país junto a otros miembros negociadores -entre ellos Aureliano Carbonell y Bernardo Téllez.
Es la primera vez en casi 30 años de negociación con distintos gobiernos que una delegación de paz de esta organización alzada en armas estará en Colombia.
Su arribo, en un vuelo procedente de La Habana, Cuba, donde se llevó a cabo el más reciente ciclo de negociación, tiene como objetivo la instalación del Comité Nacional de Participación en un acto multitudinario que será este jueves 3 de agosto, mismo día en que se inicia un cese al fuego con esa guerrilla 180 días.
Para el acto está prevista la intervención del presidente Gustavo Petro, de los jefes de las delegaciones de paz, de líderes sociales, además de dos agrupaciones artísticas.
“Acabamos de llegar acá a Bogotá, viene la mayor parte de la delegación de diálogo nuestra. El objetivo es estar presente en el lanzamiento del Comité Nacional de Participación. Ese mismo jueves comienza el cese fuego en cumplimiento de los protocolos que se firmaron en La Habana”, expresó Beltrán en medio de la declaración.
El representante de la delegación también aseguró que su llegada es una muestra de apoyo a esos dos hechos que ocurrirán el jueves. “Para nosotros es muy importante como darle un espaldarazo a los acuerdos de la mesa, viniendo directamente la delegación nuestra a dar una muestra de respaldo al cumplimiento de los acuerdos, ese es el motivo de la presencia”, dijo.
El Comité Nacional de la Participación es una instancia creada para asegurar que la sociedad civil sea parte activa de la construcción de paz con el ELN. De él hacen parte 80 personas que representan a 30 organizaciones de diversos sectores sociales y económicos. Aunque su presentación oficial será el jueves 3 de agosto, en realidad ese comité empezará a sesionar un día antes en un punto acordado en Bogotá.
Su plan de trabajo incluye tres fases: una inicial, en donde se diseñarán los mecanismos de la participación; una segunda fase de diagnóstico y diálogo sobre las propuestas y la última fase busca “pactar políticas y un plan integral de transformaciones con proyectos”.
“Vemos con mucho optimismo, pero también nos alegra que se pueda desarrollar un proceso de participación de la sociedad para la paz de Colombia. Es particular que la sociedad sea la que tenga la palabra, no es una negociación entre el ELN y el Gobierno. El 3 se abre el proceso en la fase de diseño, es la misma sociedad la que va a decir cómo puede ser ese proceso de participación. Todo el 2024 y parte del 2025 estaremos en el proceso de participación, esperamos que sea de mucha fuerza”, explicó Aureliano Carbonell.
Por el momento se sabe que para la primera fase de diseño hay contemplados nueve encuentros regionales y 15 nacionales durante los próximos meses. Lo que se prevé es que haya una participación de las poblaciones en esos encuentros, de donde saldrán las propuestas, iniciativas y sugerencias para la agenda de cambio del país.
Beltrán afirma que espera que la gente atienda el llamado, pese al escepticismo que este proceso genera.
“El principal requisito para que no haya exclusión es que haya diversidad. No estamos convocando a los amigos ni de Petro ni del ELN y eso es la que da la masividad a eso”, dijo Beltrán.
Y agregó que entiende que lo que la gente espera es ver resultados mucho más expeditos y concretos de la negociación. “Del cese debe haber resultados, de la participación también. Uno cree en hechos y yo creo que el pueblo colombiano, ah acuerdo que les han incumplido. Hay un sentido de incredulidad”, dijo.
La forma de la negociación cambiará después de la instalación de este jueves 3 de agosto, ya que las delegaciones trabajarán de manera continua y no solo en ciclos. Además, el Comité y del Mecanismo de Monitoreo y Verificación hará que casi la mitad de la delegación de la guerrilla se quede en el país.