El colombiano Miguel Ángel Cárdenas Montilla, de 32 años, se entregó al ejército ruso después de unirse a las fuerzas ucranianas. Su viaje desde Colombia comenzó tras ver vídeos en TikTok que ofrecían oportunidades como voluntario militar. Ahora, su esposa Lizeth Montoya clama por ayuda para saber su paradero y asegura que recibió una llamada informándole que su esposo había sido secuestrado en Rusia.
“Necesito saber cómo está, no sé nada. Pido ayuda para que me lo devuelvan. Los rusos deben ser muy crueles”, expresó Montoya.
Cárdenas, oriundo de Cali, trabajaba en seguridad privada antes de partir a Ucrania. Aunque inicialmente prestó su servicio como policía, la falta de apoyo económico lo llevó a la vigilancia, donde ascendió hasta supervisor, según narración de su esposa.
Al ver videos en TikTok que prometían una buena remuneración por luchar en Ucrania, decidió embarcarse en esta peligrosa misión para asegurar un mejor futuro para su familia.
De vigilante a combatiente
“El quería un bienestar para nosotros, por eso se fue para la guerra”, añadió su esposa. Escuche aquí la entrevista exclusiva
El pasado 6 de junio, el Ministerio de Defensa de Rusia difundió imágenes de Cárdenas, quien se había entregado a las fuerzas rusas. En el video, el joven caleño explica su decisión de viajar a Ucrania tras ver publicaciones que solicitaban militares voluntarios.
“Estuve mirando, salían publicaciones de que necesitaban militares voluntarios”, dijo Cárdenas en la grabación.
Una vez en Ucrania, se unió al batallón 204 y luego a la brigada 59, pero se vio obligado a rendirse al ejército ruso para salvar su vida.
“Me entregué al Ejército de Rusia porque no quería morir, igual que mis otros compañeros”, relató, mencionando que la pérdida de sus compañeros y su familia, especialmente sus cuatro hijos, fueron motivaciones clave para rendirse.
Condiciones en Ucrania y mensaje de advertencia
El joven caleño afirmó que su grupo fue enviado a combatir sin la preparación adecuada. “Nos mintieron porque nos dijeron que íbamos a cuidar, pero nos terminaron acribillando”, manifestó.
Desde su captura, Cárdenas envió un mensaje de advertencia a quienes consideren enlistarse como mercenarios: “No vengan porque la experiencia que me ocurrió a mí no se la deseo a otro más. Por querer generar un ingreso y hacer algo más, mis compañeros terminaron muertos. Nos dejaron solos. Nunca nos rescataron”.
Mientras tanto su esposa y sus cuatro hijos guardan la esperanza de que regrese sano y a salvo a Colombia. Por eso Lizeth Montoya solicita a la Cancillería ayuda para que se dé su retorno seguro y pone en evidencia las peligrosas consecuencias de involucrarse en conflictos extranjeros impulsados por promesas engañosas en redes sociales.