Escúchanos de 6am a 8am de Lunes a Viernes

Luisa Fernanda, con tan solo 12 años, es peinadora de trenzas africanas, realiza uñas acrílicas y es coreógrafa

Facebook
Twitter
WhatsApp

Valeria Viaña Padilla – Periodista

Sus dedos son más rápidos que las tenazas de un cangrejo, o quizá, más agiles que las alas de un colibrí. Un mechón de cabello lo divide en tres partes y empieza a enlazar: aprieta y jala, aprieta y jala, y así sucesivamente hasta completar una hermosa melena con lluvia de trenzas. Y lo más curioso de todo: unifica el cabello de la persona con cabello postizo para que se vea largo y abundante.

La protagonista de este arte manual es apenas una niña de 12 años. Su nombre es Luisa Fernanda Larrea Baldiris, estudiante de séptimo grado de la Institución Educativa Hermanos Antonio Ramos de La Salle, sede ubicada en el barrio El Espinal. Nos contó la historia de cómo aprendió tres talentos desde muy pequeña: hacer trenzas africanas, hacer uñas acrílicas o en poligel y ser coreógrafa de baile.


Luisa nació en Cartagena y vive en el barrio popular Paseo de Bolívar. En entrevista, mientras hacía unas trenzas en twits, contó a la Ufm de Cali que desde los 4 años aprendió a realizar peinados viendo tutoriales en Youtube. Su especialidad son las trenzas africanas, las hace en todas sus formas y estilos: en lluvia, en twist, en crochet, gajos de dos y las más comunes que son las cocidas.

Cuenta su madre, Yomaira Baldiris Sarabia, que a esa edad Luisa le pidió como regalo de Navidad una muñeca de cabello largo para practicar con ella haciendo trenzas y desde entonces hacía cada paso que veía en los tutoriales. A los 5 años lo fue perfeccionando.

“A los 6 años me di a conocer con algunos clientes haciéndoles trenzas. Primero empecé peinando a mis compañeras del colegio en las horas del descanso o al salir de la institución, después lo hacía con gente adulta”, expresó la niña.

Entre los 8 y 9 años, el nombre de Luisa figuraba entre los padres de familia que conocían su talento, al igual que otras personas cercanas al barrio donde vive, hasta que su destreza se volvió en una fuente de ingreso para ella, bajo el permiso y la supervisión de su mamá.
Luisa considera que tiene el mismo talento y las mismas capacidades de hacer trenzas al igual que un profesional, sin embargo, asegura que quiere perfeccionar sus dotes a través de un curso especializado en trenzas, y asegura que le gustaría “aprender otros peinados, especialmente figuras en la cabeza”.

En una oportunidad, durante la semana cultural en el colegio La Salle, fue capaz de peinar a la mitad de un salón -todas niñas- en un solo día para una presentación. Quien tuvo la idea de explotar el talento de Luisa fue la madre de familia Carmen Padilla.

“Yo veía que mi hija María Camila llegaba a la casa peinada con las trenzas muy bien hechas -me sorprendía- entonces le dije a otras mamás que Luisa sabía hacer trenzas y entre todas decidimos que peinara a las niñas que harían la presentación”, dijo Carmen.

Otro talento

Su talento no se resume en hacer trenzas y peinados, el año pasado aprendió a hacer uñas en materiales acrílico y poligel. Esto se debe a que, además de concentrarse en sus estudios escolares, realizó un curso virtual de uñas. Cuenta Luisa que a principios de este año su mamá le compró un kit para practicar.

“Las uñas en acrílico son un químico que debilita las uñas reales de la persona, por eso ahora prefiero hacerlas en poligel que es la mezcla de una crema especial ligada con esmalte de uñas que disminuye el maltrato de la uña original”, dijo la niña.
También es bailarina.

Ver bailar a su mamá la inspiraron a incursionar en la danza. Desde los 5 años Luisa pertenece a la Coorporación Cultural Kimbalá.
“No pensé que me volvería coreógrafa de danza. La gente que me conoce y me ha visto bailar en el Bando (en el marco de las Fiestas de Independencia) y en presentaciones, me preguntaban que cuánto les cobraba por enseñarle a sus hijas y así me di a conocer con la gente”, dijo Luisa.

La menor no solo es recomendada para enseñarle pasos de baile y coreografías a otras personas, también lo hace en actividades culturales del colegio como cuando recreó una coreografía en el curso 701.

“Cuando sea grande, quiero tener mi propio salón de belleza para hacer trenzas africanas y todo tipo de uñas, pero también quiero tener mi propia escuela (o salón) de danza donde le enseñe coreografías a otras personas”, aseguró.

La estudiante de La Salle también ha demostrado ser muy pilosa al obtener buenas calificaciones, sus asignaturas favoritas son Inglés y Naturales. Al culminar el bachillerato Luisa desea estudiar Ingeniería Civil o Administración de Empresa.

Una respuesta

  1. Que bueno por Luisa,tiene un lindo talento,es bueno ver y saber que hay tantos niños, que piensan en forjarse un futuro a temprana edad, felicidades para ella

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *