La iniciativa fue organizada por la Fundación Educativa Diáspora en Olaya Herrera, a orillas de la Ciénaga de la Virgen. En 2024 se irá ampliando la iniciativa ‘Destinados a la Grandeza’.
Valeria Viaña Padilla
Hay quienes celebran la Navidad frente a la hermosa vista al mar en Cartagena, pero esa no es la realidad de Dana Valentina Mendoza y su familia.
Tiene 12 años y es la menor de cuatro hermanos. Entre tablas y tejas, vive en una estancia artesanal con sus hermanos, tíos, primos y su madre, al borde del pantano Virgen de la Virgen. A diferencia de otras familias cartageneras, ésta observa y respira específicamente el sotobosque de lo que también se conoce como el caño del sector Ricaurte, en el popular barrio Olaya Herrera.
En ese preciso lugar, Dana y otras 24 niñas afro disfrutaron de una jornada recreativa en la que recibieron, probablemente, su primer y único regalo de Navidad: muñecas Barbie negras vestidas de doctoras para que cada una refleje la belleza de las mujeres afro y se inspire para ser profesionales.
“Soy negra y estoy orgullosa de ser negra”, entonaron las 25 chicas, levantando las muñecas en el aire. También disfrutaron de una merienda y recibieron cuadernos para dibujar y colorear. Esa frase y el resto de los obsequios son parte de una iniciativa de La Fundación Educativa de La Diáspora, una iniciativa global liderada por James Guitard, Vicepresidente Senior de Política Global y Desarrollo Estratégico. Este año, la Fundación proporcionó obsequios de Navidad a niños afrocolombianos en algunos barrios populares de Cartagena y el Pacífico como parte de un programa académico y de tutoría para alentar a las niñas a seguir carreras en los campos de matemáticas, ciencias, medicina e informática, así como crear experiencias positivas. autoestima y valoración cultural.
“Esta temporada navideña es un recordatorio de las disparidades y la pobreza que existen en la calidad de vida de los niños y las comunidades en la ciudad y en otras partes del país”, añadió Guitard.
Mejores tiempos
Dana asegura que su barbie negra es el primer regalo de Navidad que recibe en dos años, y no solo eso, no tiene otros juguetes con los que jugar y no va a la escuela, pero está convencida de una cosa: que en 2024 podrá disfrutar de una formación académica.
Su madre, Hellen Mendoza, dice que su hija no está en la escuela por falta de recursos económicos, pues además de su inestabilidad habitacional luego de mudarse repetidamente debido a las inundaciones, también agregó “al ser madre soltera de cuatro hijos, entonces era mi turno a “Salía a trabajar y muchas veces llevaba a mi hija a vender dulces a la calle”.
Esa es la realidad de Dana y la de muchos niños de Olaya Herrera. Pero todo este hermoso trabajo no termina aquí, por esta razón la Fundación Educativa para la Diáspora seguirá brindando más oportunidades educativas a la población de niñas y jóvenes afro de Cartagena y el Pacífico para el año 2024.
Apenas una semana antes de Navidad, más de 700 menores se inscribieron en el integral e innovador programa académico y de tutoría “Destinados a la Grandeza”, creado por La Fundación Educativa de La Diáspora en alianza con el Ministerio del Interior y Convivencia y que ahora se encuentra en las manos de James Guitard.
Destinadas a la Grandeza contará con más de mil niñas afrocolombianas que serán capacitadas para mejorar su rendimiento académico, así como desarrollar sus habilidades de liderazgo y una autoestima más saludable. Se están desarrollando capítulos en ciudades de toda Colombia que tienen grandes poblaciones afrocolombianas.
“Durante demasiado tiempo, las niñas, especialmente las afrocolombianas, no han sido alentadas ni apoyadas a seguir carreras en campos relacionados con las matemáticas, la ciencia, la tecnología y la informática. “A través de la iniciativa ‘Destinadas a la Grandeza’, crearemos más oportunidades, experiencias y recursos para que las niñas tengan éxito y participen en la economía global número 21”, dijo Guitard.
El objetivo principal de toda esta iniciativa en barrios extremadamente pobres donde viven niñas y jóvenes con pocas oportunidades educativas, es reducir problemas latentes en este nuevo siglo como la esclavitud blanca, la explotación infantil, la deserción escolar, el embarazo precoz y las drogas, así como crear entornos, experiencias y oportunidades que conducen al éxito académico y profesional.
Anteriormente, la Fundación Educativa Diáspora ha realizado diferentes obras sociales en Cartagena así como en distintos países africanos, coordinando diversas iniciativas, proyectos y programas, entre ellos la iniciativa de la pandemia del coronavirus.
La Fundación Educativa de la Diáspora es una fundación global, un fondo filantrópico y de reflexión sobre políticas multinacionales que se especializa en iniciativas educativas, programas tecnológicos, proyectos de salud y nutrición, asistencia humanitaria global, así como desarrollo de revitalización de la comunidad internacional y aprendizaje experiencial de la diáspora.