Cartagena, y todo el Caribe Colombiano, son pioneras en la música de champeta, pero… ¿Por qué prevalecen las voces masculinas? Hablamos con tres cantantes femeninas que trabajan para cambiar esta realidad.
Valeria Viaña Padilla – Periodista
Querido lector, no sé qué tanto sabe usted sobre la champeta y su historia, pero lo que sí es cierto es que, en el Caribe Colombiano, se convirtió en patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco, por lo que, tanto hombres y mujeres, tienen derecho a expresarla como un grito de guerra.
La champeta ha trascendido a muchos rincones de Colombia y el mundo, sin importar estratos sociales, raza, etnia, género y hasta religión… Sí, señores, religión, pues ciertas iglesias alaban a Cristo a ritmo de champeta, y uno de esos pupilos es Papo Man con el sencillo ‘La Cristomicina’.
Pero, bueno… Hoy les hablaré de las cantantes femeninas influyentes en este género en Cartagena, pero que por alguna u otra razón son poco conocidas.
Algunas cantantes de champeta manifestaron en el pasado que abandonaron sus carreras de solistas por varias razones: la primera y la más común, para dedicarse a la crianza de sus hijos, otro motivo es que no les genera suficiente dinero y deben conseguir otro empleo; también por órdenes de sus esposos y, la más predominante, por supuestamente ser un género que las “denigra”.
Anteriormente, según testifican algunos fanáticos, las mujeres que bailaban en picós eran catalogadas como “fáciles”, “rapiditas”, “inserias” y así trascendió durante muchos años. Ahora las cosas han cambiado.
Decir que ninguna mujer ha alcanzado reconocimiento en la champeta sería mentir. Entre las voces femeninas se destacan Lilibeth Cervantes con su éxito ‘El Camaleón’, Carmen Elena con ‘El Pulpo’, Shirley Pérez con ‘La Sailor Moon’ y, por supuesto, Nativa con ‘La Champetúa’. Hablamos con algunas de ellas…
Shirley Pérez, conocida artísticamente como Shirley Palenquera, nació en el corregimiento de San Basilio de Palenque, del municipio de Mahates (Bolívar). Su vena artística proviene de su papá, Melchor, quien es recordado por sus clásicos de champeta criolla. Cuando era niña, ella y su familia emigraron a Cartagena buscando mejores oportunidades laborales vendiendo frutas en las playas. A los 13 años empezó a dar sus primeros pasos en la música, y al terminar su bachillerato estudió licenciatura en Lengua Castellana y Comunicación, de la Universidad de Pamplona.
Shirley tiene más de 20 años de carrera artística, aunque la retomó hace tres, sin embargo, admite que seguir activa como cantante de champeta ha sido una lucha, y asegura que por ser mujer ha encontrado limitaciones y obstáculos.
“Las mujeres de la champeta seguimos perseverando, tocando puertas y tratamos de darnos a conocer en este gremio”, dijo, y aseguró que a pesar de no ser tan escuchada en las emisoras “no es imposible y hay que seguir trabajando”.
Shirley no está sola, pues trabaja junto al equipo musical de su padre, Melchor, y asegura que ha tenido oportunidades en las que ha mostrado sus propuestas, incluso, muy pronto estará disponible en todas las plataformas digitales su reciente sencillo ‘No tienes vuelto pa’ este billete’.
“Nosotras mostramos nuestro trabajo. Sabemos que está bueno, pero los productores muchas veces no se detienen a escucharnos. Creen que por ser mujeres no estamos haciendo las cosas como se deben”, alegó.
Shirley Palenquera considera que este tipo de situaciones continúan golpeando sus carreras debido a una cultura machista que no ha madurado,pero que poco a poco han logrado romper el patriarcado.
Eso mismo piensa Natalia Díaz Padilla, más conocida como Nativa, la reina de la champeta. Su primer éxito logró la fama a inicios de los 2000’ con el sencillo ‘La champetúa’. Luego su carrera se detuvo para recuperarse de una enfermedad psiquiátrica de la que, dice, ya sanó.
Nativa retomó su carrera artística más activa que nunca. Incursionó en la actuación, como lo fue en la película grabada con celular ‘Ángeles de calle’, también estuvo en el reality ‘El hermano menor’ del canal Telecaribe, y pronto saldrá a la luz su nueva canción ‘Estoy dura’.
En sus 14 años de carrera artística, Nativa dice que, a pesar de luchar en la champeta, ha sido un placer pertenecer al gremio champetúo porque las mujeres son muy escasas.
“Tanto las mujeres como los hombres conocen nuestra lucha. Ser mujer dentro del género es bastante complicado porque existe un poco de incredulidad hacia nuestro trabajo musical por parte de los productores, que a veces no le apuestan a la mujer dentro de sus máquinas”, aseveró la artista.
Cuando una mujer está decidida a grabar una canción, dice Nativa, es muy esporádico, es decir, la mujer no participa constantemente, o de forma reglamentaria, en todas las actividades de los picós. A Nativa le gustaría tocar puertas en reconocidas maxitecas de Cartagena, como lo son El Imperio y el Rey de Rocha, donde asegura ya es conocida.
“Yo creo que a la mujer champetúa no le han dado el lugar, el valor, o más bien, no está dentro de la cultura champetúa priorizarnos. Quizá es lo que nos han enseñado, es decir, que el hombre es el que prevalece dentro del género”, dijo.
Nativa no se queja, todo lo contrario, se siente privilegiada al ser reconocida, sin embargo, los obstáculos no dejan de existir pues, de lo contrario, estuviese en las agendas de todos los picoteros.
Y es que precisamente la canción que la lanzó a la fama, ‘La champetúa’, fue una especie de protesta y empoderamiento femenino en el género y dice así: “No me importa si me dicen champetúa, pero es que a mí me gusta mi picó, y no me importa si me dicen facilita, pero yo sé que na’ voy a aflojar”.
“¿Por qué esa letra? Porque en aquel entonces, cuando inicié cantando, la champeta era muy estigmatizada y señalada por la sociedad. Si una mujer iba a un baile de picó quería decir que era lo peor… Es un concepto erróneo porque todos tenemos derecho a la distracción, a la diversión y no tenemos límites. Podemos ir a donde queramos. Valemos mucho”.
En la actualidad, las nuevas generaciones no se quedan atrás. Lileth, más conocida como Lila, tiene 18 años y 12 en la industria musical, es decir, que desde los 6 años Lila ya compone y canta champeta. En la actualidad pertenece al grupo musical ‘Las emperadoras’, y admite que su madre, Nativa, la inspiró y motivó a incursionar en este género, aunque está dispuesta a explorar su voz en otros ritmos.
“Me desenvuelto en varios géneros musicales, pero mi especialidad es la champeta. Aquí en la costa prevalece más la figura masculina, ellos lideran, somos muy pocas las mujeres, pero estamos tratando de crear un escudo, así como lo hizo Lilibeth”, aseveró.
Reconoce que son pocas las personas que le han abierto puertas por “no dar la talla” en el género… que es una guerra constante, que no acaba y, aunque sigue latente, son libres de hacer lo que mejor saben: cantar.
6 Responses
Excelente Felicitaciones
Felicito a la UFM;
Gracias por darnos a conocer este género de música en voces femeninas, se escucha muy bien, tienen un talento impresionante. Les deseo muchos éxitos.
Que buena noticia las mujeres también nos colocan a rumbear. Felicitaciones 👏 👏 👏 👏
No podemos desconocer el impacto del patriarcado en todas las esferas de la sociedad, y la música no es la excepción. La música ha sido un privilegio de los hombres, por eso es muy grato poder leer esta nota periodística, en la que nos permiten ver cómo estas tres mujeres, impulsadas por su convicción, su talento y dedicación se abren pasos ante el género de la Champeta. Todo mi respeto y admiración a estas mujeres que se atreven a luchar contra las múltiples barreras que la sociedad les ha impuesto. Las mujeres también hacen excelente música sin importar el género que puedan interpretan! 💪🏽Çxha Çxha!!
Que bueno saber que este género de música también es de las mujeres, felicidades para ellas ,se escucha muy bien , gracias a ustedes por darnos a conocer este tipo de noticias
No podemos desconocer el impacto del patriarcado en todas las esferas de la sociedad, y la música no es la excepción. La música ha sido un privilegio de los hombres, por eso es muy grato poder leer esta nota periodística, en la que nos permiten ver cómo estas tres mujeres, impulsadas por su convicción, su talento y dedicación se abren pasos ante el género de la Champeta. Todo mi respeto y admiración a estas mujeres que se atreven a luchar contra las múltiples barreras que la sociedad les ha impuesto. Las mujeres también hacen excelente música sin importar el género que puedan interpretar! 💪🏽Çxha Çxha!!